El granate de Bohemia y el curanderismo

Bajo el reinado de Rodolfo II Praga se convirtió en el centro de cantería de Europa. Rodolfo II no solo era un apasionado coleccionista de piezas exóticas y objetos de arte, sino que en su corte residían también muchos académicos y científicos. Entre ellos había una cantidad considerable de médicos, veterinarios, herbolarios y charlatanes. Uno de los médicos de renombre fue el médico personal de Rodolfo II, el holandés Anselmus de Boodt, también llamado Anselmus Boëtius de Boodt (Bruggy 1550 – Bruggy 21 de junio de 1632). A lo largo de su vida escribió la extraordinaria obra «Gemmarum et Lapidum Historia» sobre los poderes curativos de las piedras preciosas, entre otras, el granate del Macizo Central de Bohemia (České středohoří). «Granati Bohemici» es la denominación que da a los granates en su obra, siendo el primero en utilizar claramente la denominación «granate de Bohemia». Hace referencia a su existencia, extracción y uso. En la Edad Media, a las piedras preciosas se les atribuían efectos curativos y hasta sobrenaturales. Anselmus Boëtius de Boodt atribuye a los granates de Bohemia efectos curativos en trastornos mentales, refiriéndose también a sus propiedades de aumentar la líbido.

Otro de los médicos de renombre fue Georgius Agricola (Glauchau en Sajonia, 24 de marzo de 1494 – Chemnitz 21 de noviembre de 1555). Este médico de pueblo y al mismo tiempo padre de la mineralogía moderna, desempeñaba su labor en Jáchymov, ciudad de la plata y del arsénico y posteriormente del cobalto, níquel y uranio. En este lugar, Agricola trató de obtener conocimientos sobre los metales, sus compuestos y posibilidades de aplicación en la medicina.  Su obra fundamental se compone de doce libros sobre minería, «De re metallica libri XII», editada en 1556. Los libros que resumen los conocimientos contemporáneos de la época y los conocimientos del propio Agricola se convirtieron, durante unos 200 años, en el manual más utilizado para la extracción de minerales y su procesamiento metalúrgico. Georgius Agricola (cuyo nombre real era Georg Bauer) fue el primero en describir, en 1546, los minerales del grupo del granate almandino de las localidades de Alabanda, en la actual Turquía. La ciudad de Alabanda también dio nombre al almandino.

Hasta hoy, los granates se siguen utilizando en la medicina tradicional, por ejemplo en el sudeste asiático, en algunas partes de Mongolia, África central y en otros lugares del mundo.

 

La obra más importante y famosa de Agricol, «De re metallica libri XII»

Portada de la obra de Anselmus Boëtius de Boodt, «Gemmarum et Lapidum Historia».